Un nuevo año, una nueva ciudad. Esta vez no escribo desde París. Ni siquiera desde Valladolid. Estoy en Salamanca. Nueva ciudad: nuevas calles, nueva gente, nuevas fotografías; nuevos libros, nuevos temas, nuevas asignaturas; nuevas películas, esculturas y pintura.Nuevas tiendas y rincones, nuevos pasteles y nuevos detalles. All is new!
Como siempre, todo comienza con titubeos y asperezas. Pero, poco a poco, las águilas remontan el vuelo.
Por el momento sólo os recuerdo la maravillosa exposición de la Casa de las Conchas de fotografía y la de Arno Fischer.
Y os confieso que esta ciudad es pequeña pero sorprendente.
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