En primer lugar, no sé cómo de adecuado es el título. Es bonito, sí, pero no hay ausencia de sujeto y eso es lo que precisamente propone el comisariado. Que siempre hay presencia. Lo que falta es la materia.
Apartada ya esta cuestión a un lado, hubo dos cosas que me llamaron especialmente la atención. Por un lado, que precisamente las fotos de Sander, sobre las que Somoroff había intervenido digitalmente, parecían menos reales que las del segundo. Se supone que las analógicas tienen una presencia de lo real mucho más fuerte, presentan la huella de lo real, mientras las digitales "crean" referentes artificiales. Pues bien, vistas las de Somoroff, llegar a las de Sander las hacía parecer menos reales de lo que sabemos que son. Es curioso entonces pensar que lo intervenido se me hace más real que lo "real" mismo. Y no se si me sucede también con las películas, acostumbrada ya como estoy a películas más naturales y en color. Esto me hace pensar en el cine digital, tan menospreciado últimamente, que para los más jóvenes será lo más natural, mientras nosotros seguiremos pensando en lo anterior.
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Sander, Jóvenes campesinos yendo a misa |
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Sander |
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Sander |
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Somoroff, El cocinero, 2007 |
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Somoroff, La chica de la caravana, 2007 |
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Somoroff - Familia trabajadora, 2007 |
La otra cuestión es que, efectivamente, algunas de las fotos de Sander de la exposición estaban intervenidas. Esta es una vieja discusión que tengo con mi novio: las fotos antiguas de su familia, de antes de los años cincuenta, son, por supuesto analógicas y parecen absolutamente análogas a lo real. Sin embargo, son absolutamente teatrales y los colores no son naturales. De hecho, para más inri, están intervenidas; tienen correcciones y algunas están pintadas. De modo que no son tan análogas como se nos hace pensar. ¿Qué sentido tiene entonces la maldita discusión? ¿No se debe tan sólo a tiempos evolutivos y a idealizaciones sinsentido?
En cualquier caso, la exposición me encantó. El binomio es muy muy curioso e interesante. A muchos niveles. Pasen y vean.
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