sábado, 27 de noviembre de 2010

joyitas: galletas y ganchillo

Me levanté sobre las diez y me puse a leer un texto aburrido en inglés sobre ciencias sociales. A las dos páginas ya estaba agotada. Mi gata no me hacía ni caso y mi novi seguía roncando plácidamente.
Encendí la tele buscando algo que me distrajera un poco. Ahora en la 2 bombardean con información de nuevos creadores, artistas, etc. Todo son alternativas, nuevos y originales proyectos. Generalmente no me atraen nada, porque los grafittis o la animación digital no me va nada. Pero el otro día encontré algo gracioso y hoy algo estupendo.
 Existe un sello discográfico que se llama galleta que sólo hace vinilos y que para promocionarse hace fiestas de la galleta. Que rabia no vivir en Barcelona.

También hay una marca maravillosa de decoración interior: Le petit paquebot. Su creadora, es una joven loca por el ganchillo a quien sus obras no le dejaban ya entraren casa e intentó empezar a darles salida. Así comenzó a vender y promocionarse sin parar. Sus creaciones son objetos de ganchillo de cualquier tipo de esos inútiles pero maravillosos. El precio, por algo hand made y original, no es algo escandaloso así pues, es siempre una opción de regalo a tener en cuenta.
Yo sigo siempre en mi línea retro, no lo puedo evitar.

Podéis visitarlos aquí: Galletarecordslepetitpaquebot


¡Buen fin de semana! ¿Qué vais a hacer? ¡Yo espero traeros fotos frescas!

viernes, 26 de noviembre de 2010

Murakami y el cine

Existe un escritor en Japón que me lleva con él a donde quiere, que me impregna y me traspasa. Un hombre que habla de soledades acompañadas de gatos y de buena música, de amores imposibles y de vidas insulsas.
Escribió un relato que se publicó en castellano en Sauce ciego, mujer dormida (Tusquets). Es "Tony Takitani": la historia de un hombre solitario que creyó poder derrumbar esa soledad pero a quien la vida le enseñó que ese tipo de soledad se lleva inscrita en los huesos. En 2004 Jun Ichikawa decidió hacer una película basándose en ese relato de los años '80. Y le salió bien.
Se trata de una película que  mantiene ese intimismo de la obra de Murakami. Las imágenes acarician tanto como las palabras, pues el texto es leído casi literalmente. Excepto al final...en que sobra una escena.
Un hombre extraño, silencioso y tranquilo. Una mujer joven, bella y eternamente vacía. Dolor...y más soledad.
El escenario son colores cálidos que transmiten frío. La decoración muy del tipo del norte de Europa: paredes limpias, pequeños toques de color, sobriedad y elegancia de la madera.
El tempo es lento...como la vida. Se masca la tragedia.
En realidad el regusto que deja no es tan satisfactorio como las lecturas de Murakami, pero no es una mala puesta en escena y la estética -que a mí me es indispensable- inmejorable o, al menos, estupenda.




Escena a destacar: Tony frente al cielo. Sólo. Como siempre...

Estos sentimientos siempre me sobrecogen.

jueves, 25 de noviembre de 2010

carraspeo

Delante del ordenador, tras echar una siesta y sin ganas de leer los textos para sociales...sí, parece que sigo en la ESO pero acabo la carrera. Se me hace raro. Parece que de pronto, el mundo se ha roto bajo mis pies y camino sobre la cuerda floja. la eterna pregunta: ¿qué hacer? estoy perdida y angustiada.
Mientras, me caliento con lecturas y películas.Pero la idea sigue ahí, de fondo, taladrándome la cabeza. Y no se marcha...estás sóla en un mundo oscuro...la vida se ha acabado. Hay que ver lo poco preparada que estoy para la vida real. Y todo porque quiero seguir estudiando y me cuesta terriblement creer que mi plan vaya a cumplirse en serio. No, no puede ser.




sábado, 6 de noviembre de 2010

New Fall

Un nuevo año, una nueva ciudad. Esta vez no escribo desde París. Ni siquiera desde Valladolid. Estoy en Salamanca. Nueva ciudad: nuevas calles, nueva gente, nuevas fotografías; nuevos libros, nuevos temas, nuevas asignaturas; nuevas películas, esculturas y pintura.Nuevas tiendas y rincones, nuevos pasteles y nuevos detalles. All is new!
Como siempre, todo comienza con titubeos y asperezas. Pero, poco a poco, las águilas remontan el vuelo.
Por el momento sólo os recuerdo la maravillosa exposición de la Casa de las Conchas de fotografía y la de Arno Fischer.

Y os confieso que esta ciudad es pequeña pero sorprendente.