viernes, 31 de diciembre de 2010

Clandestinidad

Cambiemos de tercio, para acabar el año.
Se ha publicado en Intersona el libro Clandestinidad, de Gustavo Dessal. Me interesó lhojearlo por cuestiones de afectividad y leerlo porque me enganchó desde el principio. Es una obra corta y ligera, escrita a tramos como diálogo entre el protagonista y su hija, y a tramos desde un narrador omnisciente que conoce al protagonista como la palma de su mano. La historia que se cuenta es de sobra conocida o, más bien y desgraciadamente común. Es la historia de las películas argentinas que tienen ese encanto de tempo. Recuerdo Hermanas, que vi en la Seminci un año o Kamchatka, que me emocionó especialmente. Hay dos historias paralelas: la de la mujer inteligente y activa que se implica socialmente arriesgando su vida y la del desgraciado que no se moja y que acaba hundido hasta el cuello de mierda. Tanto él como ella viven en la clandestinidad: él nunca salió de ella, siempre permaneció escondido; ella debió esconderse para actuar y salvar la vida.
El escenario es la terrible dictadura que se dió en la Argentina del '76 al '83 y que arrastró consigo innumerables vidas. Los ataques a la izquierda ya habían comenzado con el gobierno de Isabel Perón, que fue derrocada por el golpe de estado del 24 de marzo de 1976 y se instituyó en su lugar una Junta militar que gobernaría el General Videla, recientemente condenado a cadena perpetua.

 
Jorge Rafael Videla








A esa terrible dictadura se le llamó Proceso de Reorganización Nacional, lo cual resulta un tanto irónico. En ella, entre otras cosas, se apresaba a militantes de la izquierda, a comunistas, marxistas o peronistas. Eran detenidos, encarcelados y torturados hasta la muerte en lugares escondidos por individuos de baja ralea, como nuestro protagonista. Los niños que parían las detenidas, que eran además de torturadas como ellos, violadas; eran robados y vendidos a familias pudientes. Desde 1983, las abuelas buscan a sus nietos desaparecidos para reconstruir los verdaderos parentescos. Y las madres de los detenidos reclaman a sus hijos con vida. Son las famosas madres y abuelas de la Plaza de Mayo.
http://www.madres.org/
http://www.abuelas.org.ar/

Recomiento pues la lectura de Clandestinidad, que nos canturrea la reciente y trágica historia de Argentina en un agradable porteño, como sólo los argentinos saben contar las desgracias. A golpe de tango y empanada.

Feliz año, que pasen buena noche.

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