miércoles, 9 de noviembre de 2011

Damien Hirst & Co.

Hirst es el más prominente componente del grupo de los Young British Artists: un grupo de artistas visuales de corte conceptual que empezaron a exhibir en Londres en 1988 en fábricas y otros lugares. En el grupo destaca su capacidad/interés/facilidad para destacar en virtud de una técnica de choque. Se trata de utilizar materiales, temas, elementos inesperados que dejen al espectador-galerista-coleccionista-etc. "noqueado".
Hirst organizó la primera exposición: Freeze, en un edificio abandonado de un puerto y, en 1990, fue el East Country Yard Show, organizada en una antigua fábrica de galletas de nuevo por Hirst,y Billee Sherman y Carl Freedman.
El coleccionista Saatchi fue quien impulsó al grupo, especialemnte a Hirst y a Tracey Emin, la artista más importante junto a Hirst. Podemos destacar del primero su famosa Imposibilidad física de la muerte en la cabeza de alguien vivo(1991) y del segundo Mi cama (1998).
Tracey Emin en 2007

Damien Hirst
La obra de Hirst es, para que nos entendamos, un tiburón metido en formaldeido dentro de una vitrina. Hay mucha gente que no conoce al autor, pero todo el mundo conoce su tiburón. Visualmente es sorprendente, claro, tiene una envergadura considerable: 213x518 cm. Pero por lo que es más famoso es por el dinero que costó. Esa parece ser la estrategia de Hirst. El contraste título-imagen es, para mí, apasionante. La obra en sí no me merece tanto respeto. Pero sí la idea - y eso es lo que vendemos aqui-. La muerte es la nada. Tras muerte no hay mente, no hay yo, la identidad se diluye en un magma. Muerte aséptica-vida aséptica. Apariencia de vida-engaño. 



 La obra de Emin, en cambio, se trata de todo lo contrario: un objeto de uso cotidiano que adquiere un estatus de obra de arte al ser expuesto en una galería rodeado de los propios desperdicios de la artista: desde condones, tabaco y papeles, hasta compresas con sangre. Se trata pues, no solo de tomar un bote de sopa y ponerlo en un museo, sino de poner mis propios desperdicios, -como con la Mierda delartista, quizás- en un museo. La pregunta es la de siempre: una tomadura de pelo o una vuelta de tuerca al sistema? Hay aquí vanguardia? Hay aquí protesta contra el sistema? Resulta dudoso en base a los precios que llegaron a alcanzar estas obras...


Esta cama me recuerda esta otra:

Robert Rauschenberg, Bed, 1955
Y, por Danto, a esta otra:

Claes Oldenburg, Conjunto de habitación 1963 (1/3) (como fue instalada en el Whitney Museum of American Art, New York, 1974)
Se trata de objetos reales, de la vida común, tomados como arte. Oldenburg tan sólo cambia dimensiones y pone así en perspectia. Rauschenberg mancha y cuelga en la pared. Eso es todo. Pero es arte. Por qué? Porque no sólo cuenta lo que tienen de real sino ese plus que las hace obras de arte, y ese plus es estar introducidas en el mundo del arte. Aunque, efectivamente, ese mundo del arte lo definen los artistas -entre otros-, luego este argumento es ad finitum. ¿Por qué es entonces arte? [Ver artículo de Danto "El mundo del arte"]

Hirst es conocido también por obras como ésta-conocida pro su elevado coste también-:

For the love of god (2007)
Ésta es bien sugerente porque nos lleva directamente al Barroco, a las Vanitas. Pero eso ya lo hablamos otro día. Buenas noches.

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