domingo, 4 de septiembre de 2011

Desorientación: Generación X

Houston, Texas, 1976. Se acaba el curso, es el último día. Un día de esos llenos de espectativas veraniegas y en que los profesores te hacen perder el tiempo de rigor las horas que haya que estar en la escuela. 
Dazed and confused es el título de la película que Richard Linklater dirigió en 1993; tomado de la canción de los Zeppelin publicada en 1969. Y así conseguimos una buena banda sonora para esta entrada: (Notar el pelamen de J. Page: adorable)


Tras la famosa película Slacker, de 1991. Linklater hizo esta divertida película, de la que lo primero que llama la atención son las caras conocidas que desfilan por el filme: Mila Jovovich (Resident Evil), Matthew McConaughey, Ben Affleck, Jason London, Rory Cochrane (de la serie CSI), Adam Goldberg (Two days in Paris) o Cole Hauser (de la serie Chase). Unos muy muy conocidos y otros de segunda o tercera fila, pero, en cualquier caso, muy familiares.

En primer plano, McConaughey; en segundo, Cochrane
Mila Jovovich cantando ulcemente con un pedo y un colocón considerables.
Jason London



 Lo genial de la peli es el grupillo de los raros, sus conversaciones dando vueltas en el coche. Para mí, claves en la película. ¿A dónde vamos? No hay sentidos, ni fines, no hay destinos razonables. Ni la fiesta, ni el alcohol, ni la droga. Quizás las tías, sólo pillar puede tener un cierto sentido. O quizá defender la propia dignidad. El yo. 
A pesar de estar ambientada en los '70, se hizo en los '90. En el momento en que Nirvana seguía ejerciendo. Un momento en que los ideales ya no tenían lugar. Un momento en que la generación estaba perdida, estaba apática. Así pues, en los setenta se sentía igual que en los noventa. ¿Y ahora? Exactamente igual. Aunque quizá con menos drogas y menos sexo, porque ya no estamos resacosos de los '60. Ahora hay más prohibiciones, pero sigue sin haber ideales de ningún tipo. 
Siento la película extrañamente cercana. Salvo que ahora veo más "aplatanamiento". 
¿Qué hacemos? Disconformidad pero conservación.


-Entonces, ¿no vas a ir a la universidad? -No... no sé, tío; sólo quiero bailar.


 Hay que VIVIR. La propia vida, sin acatar normas de los demás. Vivir. V-I-V-I-R.

 De Linklater, recomiendo también Antes del amanecer (1995) y Antes del atardecer (2004), una preciosa historia de amor entre Ethan Hawk y Julie Delphi. Y me han recomendado, sobre todo, Waking life (2001). Aunque supongo que conocéis...School of rock (2003)..."ejem", pero divertida.

7 comentarios:

  1. Un tanto inocua esta película de Linklater. Condecoradas para mí son: Waking Life y preferentemente su adaptación de A Scanner Darkly. Eso si: autoridad mínima o directamente nula reviste mi opinión; en cine mi ineptitud es suma.

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  2. No he visto ninguna de las dos, pero Waking life es uno de mis proyectos. A mí esta peli me trajo ciertas reflexiones, pero sobre todo muchas risas. En cualquier caso, efectivamente, no hace daño. Es una de esas películas que llamamos "buenas para pasar el rato".
    En cuanto a la ineptitud en cine...yo la comparto. Al menos comparada con alguno que me sé. Pero confío en que eso se educa rápido.

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  3. Al entender de Kafka estaba fundada toda ojeriza y sospecha sobre el cine. Yo consiento en lo mismo. No por incapacidad he desatendido casi siempre del cine, sí por inmotivación: el cine es mullido, dócil, doméstico; una dormidera ocular que agasaja.

    Entresacas con tino la acepción segunda que le quería dar a "inocuo": el buen arte hiere lo mismo que una belleza soberana. También desafía y exige.

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  4. Hay cine muy muy dañino. Si quieres algo que te golpee quizá en Haneke encuentres tu cine, o en Lynch, por ejemplo. A mí me cuestan por eso. Pero hay mucho buen arte en el cine. Hay otro cine que desafía también a desentrañar la historia o a entender las relaciones, los personajes, no sé...me encanta el cine, la verdad. Y desconocía que Kafka hubiera dicho eso. Quizás ahora él hubiera aceptado al menos cierto cine. Obvio, no estoy defendiendo la molicie de ciertas películas, claro. Aunque también es bueno disiparse de vez en cuando.

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  5. (El aforismo de Kafka está encerrado en la tiniebla de insecto de su diario)

    Concedido:los mentados dos autores pueden admitirse desafiantes. A ambos los he cursado y merecen algún miramiento siempre prevenido de asombros bisoños y seducciones divulgatorias. No desoigamos este recetario a consecuencia: avispar la crítica frente a manoseadores lynchianos y degolladoras mujeres de labios de cereza y flequillo de diseño. Lo dañino expreso no es dañino, la femme fatale es un cervatillo inerme y el luto riguroso de atavíos una mascarada.
    Pero al caso mis alfileres más bien apuntaban un muñeco otro: el ojo. Es el ocular trapisondista lo que exalta mis sospechas, esa anchurosa tragadera de espectacularidad e inteligencia precocinada. La imagen multiplica el mundo pavorosamente como un virus.

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