domingo, 23 de enero de 2011

Time, words and music

Ya os conté lo que mi novio me regaló: dos libros. Además, una entrada para ver a Nacho Vegas en 25 de Febrero en Valladolid. Por lo tanto esta entrada, ya tiene banda sonora.


Sin embargo, aún no os he  dicho lo que yo le regalé. Pues bien: otro libro. Fue él quien me introdujo en la literatura americana y en la sudamericana. Por él he leído tanto a Cortázar como a Rulfo, a Auster y a Carver. Y cada cual es mejor. Cierto que los sudamericanos me agotan un poco con su prosa lenta y barroca, pero Rayuela no deja de ser una obra inmensa y complejísima que tiene una historia de fondo desalentadora que aniquila. Más aún si después la revives en las calles de París. De Carver leí un libro de cuentos con los que aprendí a leer sobre la mediocridad de la vida y de Auster aprendí a leer novelas de lectura sencilla, con ese regusto americano pero con ese intríngulis tan especial. Esas historias de detectives y escritores borrachos que tratan de sobrevivir con sus editores. El libro de las ilusiones y Trilogía de Nueva York son ejemplos de ello. Esta vez le tocó el turno a Invisibles, una de sus últimas obras. Ambientada en los años sesenta, cuenta una historia de seducción entre americanos y parisinos universitarios. Quizás una buena fusión de mi novio y yo.

Me encanta la foto de la portada a la orilla del Sena.



Por otra parte, hacía tiempo que quería regalarle un reloj y, pese a parecer una fashionista previsible, le regalé un CASIO plateado que a los dos nos gustaba. La verdad es que me encantan, aunque yo no lo llevaría dorado.
Por último, al día siguiente, entramos en una tienda nueva que han abierto frente a la Pontificia aquí, en Salamanca, al lado de la Casa de las Conchas. Es un local estrecho que aúna libros de segunda mano y joyas de diseño. Allí le encantó un libro de TomWaits y también sucumbí, a pesar de su negativa... Por lo que esta entrada tiene también un broche final:



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